Todo conflicto interno conlleva a un desequilibrio que se manifestará con un síntoma o enfermedad.
Cuando lo que pienso, lo que siento, lo que digo y lo que hago no están en armonía, cuando no soy coherente conmigo misma, estoy generando conflicto en mi interior.
La curación y sanación es volver al equilibrio interno, observando la desarmonía que hay entre lo que pienso, lo que siento, lo que digo y lo que hago, ver el conflicto y trabajarme a mi misma para disolverlo y volver a la PAZ que soy.
La PAZ que soy, surge espontáneamente cuando dejo de desear que las cosas sean como yo quiero que sean y me permito aceptar todo lo que es.
Aceptar todo lo que es, no significa que ante una dificultad en la vida no haga nada para encontrar una solución, aceptar lo que es, significa que a pesar de estar ante una dificultad, busco una solución sin poner resistencia interior, sin incomodidad, sin ir en contra de lo que es.
Todo conflicto desaparece cuando acepto lo que es y busco soluciones ante las situaciones de la vida sin generar resistencia interior y sin desear que las cosas sean distintas.
Esto es lo que es, lo acepto, fluyo con la vida y agradezco porque esto es una oportunidad de aprendizaje para mi.
El conflicto desaparece cuando vivo totalmente en PAZ interior, agradecida y con la comprensión de que todo lo que viene es lo mejor para mi.