El Ruido
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Escucho en la sordera de este bosque maldecido tus pasos;
De allí que mis oídos ya no sean sordos
Mi mirada es la del águila;
Mi tacto se hace piel en otras
El cielo es el infierno.
Oh!! Clemencia – exhorté; imposible para quién
ha cruzado el límite de la muerte- replicó el cuervo.
¡Malditos sentidos! Por cada uno que pierdo vuelven en proporciones cuánticas otros.
No quiero intuirte al alba tras madrugadas de abejas
en flores que ya no están
puesto y cierto es que las mismas
hacen procrear hasta el cansancio.
Otra vez tus pasos que predicen insomnio y locura.
Lámparas de memorias en las sombras de lo vivido y soñado.
Me aturden como tu voz antaño
Cuando creía en desolación en las mariposas
Que viven más de un día;
SON SOBREVIVIENTES LAS QUE QUEDAN
COMO EL AMOR QUE NO LO ES…
TU CUERPO; EL MÍO RAPTADO POR TU LABIOS EN mi gusto
SIN ROZAR SIN LAMER, COMER, BEBER, LAS COTIDIANIDAD DE LO QUE JAMÁS Y SIEMPRE DESEÉ
LAS MUERTES SON MIS ALMAS
SIN DUELO DONDE EL CAPULLO
DE UN SER FANTÁSTICO LOS HACE
LIBRES Y VOLÁTILES;
ÉTER ME DICTA ALGO.
SED MI CUERPO DE TU BELLA PERSEVERANCIA
MI AUSENCIA EN PASOS DE ARENA, EN AGUAS
LUMINISCENTES, CON FUEGO EN MIS PIES QUE SON YA
RAÍCES A TU CUELLO.
CADA BELLO TUYO ES MI SAPIENCIA
LOS NOMBRES DE LA MUERTE EN TU A.D.N
FICTICIO, CORROÍDO, SEPULTADO, RESURRECCIÓN
DE ESPEJOS DE DUENDES Y HADAS EN MUNDO
MÁGICO CUANDO LA TIERRA NOS MARCABA EL RELOJ.
YO NO SIENTO MIS HUESOS
NI ME PESAN LOS TUYOS
REFRACTAN LA LUNA QUE EQUILIBRA LAS AGUAS;
NO SÉ QUÉ ES EL MIEDO;
LAS NOCTÁMBULAS
MADRUGADAS SIN CIELOS.
BÓVEDAS DEL VACÍO;
LA PALABRA AUSENTE:
SOY LA ENCARNACIÓN DE LA
PIEL EXTRA MUROS; SIN ELLA
EN EL CUERPO.
ALGO EN MI SE DESDIBUJA Y ESO ES UN AUGERO NEGRO EN LA
HIANCIA IMPOSTERGABLE DEL NO SER.
Autor:Jorgelina E Rodriguez.
