Warning: mysqli_stmt::close(): Couldn't fetch mysqli_stmt in /home/c2060665/public_html/articulo.php on line 137

Tus Heridas

Dime dónde habita tu herida, para no pisar allí con torpeza, para no usar tu fragilidad como arma, para no abrir de nuevo con mis actos, lo que apenas cicatriza.

Porque todo dolor es un altar y acercarse a él exige descalzarse, rendir honores y honrar con respeto.

Que nunca mis palabras toquen tu herida con venganza, que nunca mi descuido la vuelva a hacer sangrar, que nunca mi inconsciencia convierta tu traición tu confianza.

Dime dónde te duele y haré de ese lugar, no mi frontera, sino mi lugar favorito y poder habitarlo con consciencia; lo cuidaré como quien custodia un fuego sagrado, como quien reconoce que allí la vida se partió y que por roto, ese espacio merece más ternura.

Y así con todos los vínculos, con todo ser humano que se cruce en el camino, porque nadie tiene derecho a ahondar aún más en el santuario del dolor ajeno.

Que cada herida compartida se vuelva pacto: pacto de no volver la vulnerabilidad en arma de batalla, pacto de no lanzar al otro contra su propio abismo, pacto de sostener sin lastimar.

Porque amar (en todas sus formas) es ser guardián de lo que al otro le duele, es convertir la herida en brújula, el cuidado en lenguaje y la fragilidad en tierra sagrada donde florece lo humano



Autor:Grisell

Comentarios

Comentar artículo