La Persona
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Cada persona actúa desde su nivel de entendimiento, madurez, inteligencia y empatía.
No puedes exigirle claridad a quien aún vive entre sombras, ni respeto a quien aún no se ha respetado a sí mismo.
La mayoría de las veces, el conflicto no tiene que ver contigo, sino con las batallas internas que el otro aún no ha aprendido a ganar.
Te cruzas con personas que juzgan porque no saben comprender, que hieren porque no saben sanar, que gritan porque no han aprendido a hablar desde el alma.
No tomes como personal lo que nace del caos emocional de otro.
Recuerda que cada palabra, cada acción y cada silencio que viene de otro ser humano es el reflejo de su historia, de sus heridas no cerradas, de sus carencias no reconocidas.
El verdadero poder no está en reaccionar, sino en comprender.
En mirar con compasión, no con lástima; con firmeza, no con furia.
Es fácil AMAR al que te trata bien, lo desafiante y transformador es mantener tu LUZ cuando alguien solo sabe dar oscuridad.
Tú decides si repites el ciclo o lo rompes.
Si respondes con el mismo fuego o te conviertes en agua.
No estás aquí para educar a todos, pero sí para ser testimonio de que existe otra forma de vivir: más consciente, más noble, más sabía.
No es superioridad.
Es responsabilidad.
Porque quien ha sanado, no replica daño.
Quien ha entendido, no humilla.
Y quien ha despertado, simplemente elige paz por encima de la razón.
Autor:Dany Nempeque
