El Niño Herido
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¡Rompe el Ciclo y Recupera Tu Libertad Emocional!
En nuestras relaciones de pareja, muchas veces no somos conscientes de quién está realmente actuando:
¿Es el adulto maduro que busca construir amor desde la responsabilidad, o es el niño herido que grita por atención, amor y validación?
Todos hemos vivido necesidades no resueltas en la infancia que, al no ser sanadas, buscan inconscientemente resolverse a través de nuestras parejas.
Este “niño herido” puede dominar nuestras conductas, volviéndonos demandantes, dependientes, controladores o inseguros.
Por ejemplo, si en tu infancia no recibiste suficiente atención o validación de tus padres, es posible que hoy repitas el mismo patrón: exiges constantemente pruebas de amor a tu pareja, interpretas cualquier distancia como abandono y reaccionas con enojo o tristeza desproporcionada.
¿El resultado?
Relaciones desgastantes y conflictivas que terminan una y otra vez de la misma manera, haciéndote sentir “víctima” de los demás.
Lo más revelador es que este patrón se repite de manera inconsciente: cambias de pareja, pero el ciclo se mantiene.
Lo que no cierras y sanas contigo mismo, inevitablemente se proyecta y persiste en tus relaciones.
Sanar es posible, y aunque no es un camino fácil, sí es liberador.
Tu niño herido te pide que:
1. Reconozcas los patrones que repites y sus raíces.
2. Cierres ciclos, permitiéndote llorar lo que no se expresó.
3. Aprendas a ser tu propio cuidador emocional, dejando de buscar padres sustitutos en tus parejas.
Recuerda!!!
Sanar al niño herido es el primer paso para construir relaciones desde el amor consciente y adulto.
El cambio está en vos
Autor:Dany Nempeque
