Warning: mysqli_stmt::close(): Couldn't fetch mysqli_stmt in /home/c2060665/public_html/articulo.php on line 137
Caminar en compañía no significa perderse a uno mismo, significa encontrarse en el reflejo del otro, sin dejar de ser quien eres.
La vida ya es lo suficientemente intensa como para además tener que detener tu vuelo o desgastarte corriendo detrás de alguien que nunca quiso caminar contigo.
El amor en todas sus formas no debería sentirse como una carrera ni como un sacrificio constante.
El amor sano se parece más a un paseo, dos personas que avanzan juntas, a la par, compartiendo silencios y risas, respetando sus pasos, sosteniendo sus tiempos.
Caminar a tu ritmo es un acto de respeto hacia ti mismo.
Es decir: "mi esencia, mis procesos y mis pausas son sagrados".
Y cuando aparece la persona correcta, no hay necesidad de explicarlo demasiado: lo entiende, lo siente y lo acompaña.
El verdadero vínculo no se construye desde la prisa ni desde el freno, sino desde la presencia.
Es alguien que te toma de la mano y avanza a tu lado, ni delante ni detrás, con la certeza de que el camino compartido se vuelve más ligero.
Que atraigas a quienes celebren tu manera de avanzar, que no teman a tu velocidad ni a tus pausas, que no te exijan correr más rápido ni apagar tu fuego.
Que atraigas a quienes sepan estar, simplemente estar, en el mismo compás que tu corazón.
Porque al final, lo que todos buscamos no es alguien que nos cambie el paso, sino alguien que nos acompañe en el baile de la vida.
Y cuando lo encuentres, sentirás que no necesitas traducir nada, que no hace falta disfrazarte ni forzarte... solo caminar, libre y acompañado.